Rocamadour
Rocamadour
Lugar destacado de la cristiandad desde la Edad Media, catalogado como Gran Paraje excepcional de la Región Midi-Pyrénées, Rocamadour es un auténtico reto al equilibrio.
Con sus arroyos que surgen repentinamente, sus ríos que forman lagos subterráneos y sus concreciones de formas estrafalarias, el agua realiza numerosos trucos de magia en las mesetas calcáreas del Causse.
Baja a las entrañas de la Tierra, a 103 metros de profundidad, antes de subir a bordo de una barca en el río subterráneo para descubrir unas galerías majestuosas y una sucesión de concreciones que te dejarán sin habla.
Tras acceder en trenecito al corazón de las cuevas, la visita te lleva hasta las magníficas salas donde estalactitas y estalagmitas espejean en los lagos subterráneos. También podrás admirar la famosa Sala de las Maravillas, una inmensa galería de 2.000 m2.
Una sucesión ininterrumpida de concreciones de variadas formas y colores, con pilares estalagmíticos de 8 a 10 metros de altura.
Desde hace milenios, el hombre habita el Valle del Dordoña. Encontrarás huellas de su paso por Rocamadour en esta cueva decorada con dibujos que datan de más de 20.000 años.
En ellas podrás admirar magníficas pinturas prehistóricas y los más antiguos dibujos figurativos abiertos al público.
Saliendo de Rocamadour podrás descubrir la sima de Cabouy, los valles de los ríos Ouysse y Alzou y la resurgencia de Saint-Sauveur y sus aguas turquesa.